Frenos 

Un freno es un dispositivo mecánico que ralentiza o detiene el movimiento de una máquina. Los frenos se utilizan en diversas máquinas, desde bicicletas a coches, pasando por maquinaria industrial.

Los frenos industriales se suelen utilizar en aplicaciones pesadas, como sistemas transportadores, grúas, polipastos, ascensores, etc. Los frenos suelen estar diseñados a prueba de fallos, lo que significa que cuando se pierde la energía, los frenos se activan y detienen el movimiento del sistema. 

El tipo más común de freno utilizado en aplicaciones industriales es el freno de fricción, que proporciona fricción entre dos superficies, normalmente metálicas, lo que hace que la máquina reduzca su velocidad o se detenga. Los frenos de fricción se utilizan para ralentizar o detener cintas transportadoras, prensas, polipastos, grúas y otras máquinas industriales. Los frenos de fricción pueden clasificarse en electromagnéticos, hidráulicos y de muelle.

Los frenos de resorte utilizan un mecanismo de resorte para aplicar una fuerza de frenado sobre un eje giratorio. Cuando se activan los frenos, el muelle se comprime, haciendo que los frenos aprieten el eje y creen fricción, ralentizando la rotación del eje. La fuerza de frenado depende del tamaño del muelle y de la cantidad de presión aplicada. Los frenos de muelle se utilizan en diversas aplicaciones, como maquinaria industrial, frenos de vehículos y frenos de aviones. Son fáciles de instalar y mantener, relativamente baratos, fiables, duraderos y capaces de proporcionar una fuerza de frenado constante. Sin embargo, pueden ser difíciles de ajustar y propensos a fallar si no se mantienen adecuadamente.

Los frenos electromagnéticos son el tipo más común de frenos industriales. Un freno electromagnético utiliza corriente eléctrica para generar una fuerza de frenado en un eje giratorio. El freno convierte la energía eléctrica en energía mecánica, ralentizando o deteniendo el eje. Un freno electromagnético funciona creando un campo magnético alrededor del eje giratorio. Cuando se aplica una corriente eléctrica al freno, el campo magnético producido por el freno atrae un disco metálico que presiona contra el eje, creando fricción y ralentizando la rotación del eje. La cantidad de corriente determina la fuerza del freno aplicado, lo que los hace muy ajustables.

Los frenos hidráulicos son un tipo de sistema de frenado que utiliza la fuerza del fluido hidráulico para transferir la presión del pedal de freno a los propios frenos. Se utilizan habitualmente en automóviles, motocicletas y bicicletas, así como en muchas aplicaciones industriales. Un sistema de frenos hidráulicos consta de un cilindro maestro que empuja el líquido hidráulico a través de los conductos de freno hasta las pinzas de freno. Las pinzas actúan como una abrazadera, apretando las pastillas de freno contra el rotor. Esta acción de apriete crea fricción entre el rotor y las pastillas de freno, ralentizando o deteniendo la máquina.

Los servofrenos se utilizan para proporcionar una potencia de frenado precisa y repetible. Los componentes de un sistema de servofreno son un servomotor, un servoamplificador y un freno. El servomotor suele ser un dispositivo controlado electrónicamente que hace girar un eje para generar par. El servoamplificador amplifica la señal enviada desde el servomotor al freno. El freno es el dispositivo que detiene el movimiento del motor. 

Suelen utilizarse en aplicaciones en las que es necesario controlar la velocidad con mucha precisión, como en sistemas transportadores, máquinas de envasado y otros equipos automatizados. Los servofrenos también se utilizan en aplicaciones que requieren paradas frecuentes y repetidas, como en las cadenas de montaje de automóviles.